martes, 31 de agosto de 2010
35. capitulo BILL Y ADRI (CAPI MAYORES 18)
Los demás no lo podían creer, habían entrado corriendo justo detrás de ely, y se habían encontrado con que entre Bill y ely ayudaban a tom a sentarse en la cama para estar más cómodo.
-tom… pero cómo?- pregunto May quien como los demás estaba sorprendida del repentino cambio en su estado
-pues regrese- contesto tom como si nada- por fin pude salir de donde estaba- conto viendo a ely quien sonreía junto con el poniéndose algo roja al instante
-creo que tendríamos que hablarle al doctor- dijo Gustav llamando la atención de los demás
-porque o qué? Es obvio que ya estoy bien- comento tom sin entender el motivo de su amigo
-sí, ya estas mejor- corroboro Gustav- pero no sabemos en qué condiciones físicas estas después de… de lo que sea que te haya pasado
-ok yo voy a hablarle- comento una Adriana de repente algo molesta- y Bill puedes acompañarme un momento?
Todos se quedaron un poco cortados por la actitud de Adriana, pero nadie dijo nada solo esperaron a que salieran los dos de ahí para iniciar otra vez con la plática.
….
-que paso Adri?- pregunto Bill sin entender que podría haber pasado como para que ella se enojada de la nada
-quiero que me des una explicación de lo que paso hace rato- dijo Adriana decidida viendo a Bill directamente a los ojos
-que paso de qué?- pregunto Bill sincero sin entender a que se refería
-dame 5 min y te explico- dijo Adriana tomando el teléfono marcando el numero que les había dejado el doctor amigo de David.
….
-pero no entiendo que pretendes con eso David- se escucho desde el otro lado de la línea telefónica
-mira es obvio que esto algún día tendrá que acabar- explico David- y es mejor que busquemos quien pueda ayudarnos con el asunto
-creo que estas siendo muy dramático David- protesto desde el otro lado de la línea- pero ok tratare de hablar con ellos
-ok, gracias, pero por favor ten mucho cuidado con lo que dices- pidió David apenado por tenerlo que repetir como por 5° vez en la misma llamada.
-lo sé David, lo sé, son de mi plena confianza, no te preocupes por eso, lo siento me tengo que ir- dijo disculpándose- viene mi jefe
David ya no alcanzo a dar las gracias, del otro lado de la línea solo se escuchaba un sonido intermitente algo desesperante para su gusto así que el colgó también el auricular, tenía que hacer miles de llamadas mas…
….
-ahora si me puedes explicar que pasa- pregunto Bill un tanto molesto por la actitud de Adri quien al colgar el teléfono no le había dicho nada, solo había caminado dirigiéndose a su cuarto y entrando en el.
-tendrías que saber Bill, paso hace menos de una hora, no es posible que se te olvide tan rápido- esa ves su mirada fue diferente ahora parecía a punto de llorar
-me puedes explicar que viste Adri- pidió Bill en tono de ruego, estaba cansado y lo que menos quería era pelear con Adri seguramente por alguna estupidez
-Haber si te suena de algo- dijo Adri levantando un poco la voz- TU Y ELY BEZANDOSE me lo puedes explicar?
Bill no supo que decir al instante, como explicarle eso a Adri?? Le creería la explicación?, mataría a ely y a tom eso era seguro… quién de ellos abría pensado en ese instante estando ahí Adri
-y bien? Sigo esperando- dijo Adri en vista de que Bill se había quedado callado.
-ok te lo explicare… pero será difícil de entender… quizás no me creas- dijo Bill dejando de hablar unos instantes pero continuando segundos después al ver que Adri no decía nada-fue tom… el que beso a ely era tom… tiene que ver con la conexión de hermanos yo que se- empezó a explicar Bill mientras caminaba por todo el cuarto tratando de buscar las palabras para darse a entender- el caso es que tom se metió en mi cabeza.. Ya no pudo salir
-tom estuvo en tu cabeza todo este tiempo- pregunto Adri asombrada interrumpiendo a Bill por primera vez desde que empezara a hablar
-emm si, no sé cómo pero quedo atrapado ahí, hace rato de alguna forma…. Digamos que le preste mi cuerpo porque quería hablar con ely y pues… él se aprovecho un poquito de la situación- explico Bill evitando decir que él había dado el permiso para ese beso… ely y tom no podrían reclamarle nada si Adri iba y los peleaba, se lo debían…
-entonces no fuiste tú?- pregunto Adri evidentemente aliviada con la explicación
-claro que no, yo te amo Adri, jamás te engañaría… mucho menos con ely, me crees verdad?- pregunto Bill viendo directamente a los ojos de Adri
Adri no contesto a eso, claro que le creía aunque nadie podría culparla de cómo se había comportado, aunque en ese preciso momento lo único que le importaba era la cálida sensación que se hinchaba en su interior cada vez que los hermosos ojos de Bill se encontraban los suyos, entonces se acerco poco a poco a Bill esperando alguna reacción por parte de él, mas este no dijo nada solo poso su mano en la mejilla de ella, no podía evitarlo cada vez que la veía la encontraba más que perfecta.
Con el toque de la mano de Bill, todos sus pensamientos fueron lentamente borrados. Esa mano lavó completamente su mente, calmó la tormenta en su corazón y la dejó tranquila, erradicando toda preocupación. Ante el toque de esas manos, podía olvidar.
Bill hacia un gran esfuerzo por permanecer calmado y bajo control, sin querer moverse demasiado rápido y asustar a Adri esto tenía que ser decisión de ella si decía que parasen, se detendría
El aire era cálido, pero cuando su blusa fue deslizada por sus hombros, Adri se estremeció y un pequeño cosquilleo se formó en sus brazos por debajo de las mangas.
Escucharon el ruido de la pesada prenda al chocar contra el suelo a sus pies, Adri sintió las manos de Bill posarse en su cintura, sus caderas empujando contra las de ella hasta tenerla contra la pared.
El único sonido que llenaba sus oídos era el de sus pesadas respiraciones, suave a veces y silenciada cuando sus labios se encontraban. El estómago de Adri revoloteaba con cada uno, su cuerpo se estremecía un poquito mientras el otro estaba tan cerca de ella que podía sentir el calor de Bill.
Sus manos estaban debajo de la camiseta de él, trazando lentamente la parte de arriba de la tela de sus pantalones, pausándose al encontrar su piel. Adri suspiró mientras se apartaba un poco, encontrando la mirada de él con ojos entreabiertos. En ese momento, sus pestañas jamás le habían parecido tan oscuras.
-Esto está bien?-Bill apartó su cabello con suavidad con el dorso de un dedo, encontrándose con un pequeño asentimiento.
Lo harían despacio; no importaba cuánto lo desease Adri, podía cambiar de idea en cualquier momento, y Bill lo sabía.
-Está bien- susurró, cerrando sus ojos e inclinándose hacia delante sólo un poquito más para capturar al otro en un beso.
Unas manos cuidadas trazaron la cintura de Bill… por encima del terso músculo que se elevaba y caía lo justo a cada respiración, arrastrando la camiseta con ellas. La pasó por la cabeza del otro y la dejó caer al suelo, apartándose de sus labios sólo por ese breve instante y posándose en ellos de nuevo después. Adri enganchó sus dedos en las hebillas de los pantalones de Bill y tiró de él más cerca, gimiendo cuando sus estómagos y pechos se alinearon.
Sus dedos estaban fríos cuando se deslizaron por Adri, tocando su estómago con tan sólo la yema de sus dedos y deslizándose lentamente hacia arriba por encima de la tersa y suave piel. La otra mano se asentó en la cintura, sintiendo la calidez lo más que podía. Al fin… al fin conseguía lo que quería. Al fin podía tocarle sin miedo de ser vistos, sin miedo de ser abandonado, sin miedo a que Adri se pudiese sentir asustada.
Cada poro de su piel memorizaba la otra: su calidez, la forma en que los músculos se movían cuando Adri respiraba. Pronto, la camiseta de Bill se unió a la blusa de Adri en el suelo y ella se inclinó hacia delante.
Bill le miró con los ojos medio cerrados… viendo sus labios entreabiertos y hacia su delgado cuello, más allá de la gargantilla que llevaba, los músculos que se juntaban con su clavícula y las sombras que sus huesos creaban. La gargantilla le hacía parecer tan delgada, tan… exótica. Le hacía parecer aún más irresistible.
Las mejillas de Adri se sonrojaron debajo de aquellos ojos, y sintió la misma oleada de antes. Su pecho se agitó un poco más mientras Bill la miraba fijamente… preguntándose por qué. Pero al mismo tiempo se sentía orgullosa de que el otro quisiera mirarle. Esos ojos… la hacían sentir tan presionada, le excitaban.
Le observó inclinándose, jadeando cuando los labios de Bill encontraron su garganta por primera vez… suave y cálida a cada suave beso. La mano libre de Bill estaba en su pelo, sus dedos enredándose en el y sosteniéndo suavemente en su lugar mientras besaba el cuello de ella.
La mano en su cintura se apretó y se movió hacia arriba, sosteniendo su cadera mientras el pulgar de Bill acariciaba la piel ahí.
La mano de Adri se arrastró hacia arriba sobre el pecho de Bill, sosteniendo sus hombros mientras su cabeza se inclinaba hacia atrás, permitiéndole el acceso que quería. Sus palmas reposaban sobre los hombros de Bill, apretando ligeramente cada vez que esa oleada le poseía. Sus pechos se tocaban, el calor del otro cuerpo llegando lo suficientemente cerca como para sentirlo. Adri suspiró y reprimió su primer gemido. Las manos de Bill, sus labios, incluso su aliento se sentían como mil sensaciones al mismo tiempo y con la misma intensidad. Se cómoda bajo sus labios y se le antojaba más.
Sus labios se encontraron de nuevo y la adrenalina empezó a latir con más fuerza en sus venas. Unas rudas manos sostuvieron los hombros de Adri en su lugar mientras que ella besaba a Bill con más necesidad, gimiendo ante lo que iba a venir, con cada pesada respiración parecía necesitar a Bill más y más. Su corazón dolía, su cuerpo le rogaba al otro.
Bill se apartó, llevándose a Adri con él pasito a pasito, sus labios encontrando el suave cuello y hombros de ella. Se detuvieron al lado de la cama, apartándose para encontrar los ojos del otro y retomar su aliento una vez más. Pero cuando se miraron, ninguno de los dos parecía capaz de apartar los ojos, y algo ocurrió entre los dos en ese instante. Todo lo malo pareció desvanecerse, el mundo de fuera de esa habitación desapareció… sólo eran Bill y Adri.
Adri suspiró suavemente, sentándose sobre la cama, sus manos a su lado y sus ojos rogantes y preguntando mientras miraba hacia Bill, sus ojos se deslizaron por el pecho de Bill, sus manos encontrando la cinturilla de sus vaqueros y le tiraron ligeramente hacia adelante.-Ven aquí- Mientras su espalda se hundía en la gruesa colcha y Bill subía a la cama, encima de ella, Adri sintió que su corazón empezaba a acelerarse… empezó a latir con más fuerza en su pecho ante la posición. Necesitaba sentirse dominada, pero segura. Necesitaba sentir esa sensación.
-Te encuentras bien?-Los labios de Bill se cernieron tan cerca que podía sentir los pequeños pelos de su barba contra sus labios cuando el habló.
Los dedos de Bill trabajaron suavemente con su cinturón, deslizándolo fuera de sus hebillas mientras lo quitaba. Con cada instante que pasaba, sus corazones martilleaban en sus pechos, sus pensamientos se aceleraban, sus estómagos se revolvían entre nudos.
-Sí-Las caderas del Adri se elevaron instintivamente hacia la mano del otro y gimió al sentir como desabrochaba el botón de sus pantalones. Sentía como si la tela hubiese estado confinándole hasta que la mano de Bill se deslizó en su interior, bajándolos gradualmente mientras su mano rozaba la cadera de ella. Gimió y rompió el beso, su cabeza cayendo hacia atrás, su respiración tan pesada como la de Bill. Ojos sombreados se cerraron, dejando que la sensación la atrapase y dejando que Bill hiciese lo que quisiera con ella… se había ganado esa confianza.
Sus ropas se encontraron gradualmente con el suelo, pieza tras pieza. Los dedos de Adri agarraron los vaqueros de Bill y se pelearon con ellos, incapaces de quitárselos con la suficiente rapidez. Su necesidad era tan cegadora, tan abrumadora que Adri no podría controlarse por mucho más tiempo., sintiendo que estaba a punto de meterse en problemas.
La mano de Bill se movía una y otra vez tan suavemente, encontrando una nueva razón para esta noche… una nueva razón para ir en contra de todo lo que conocía por Adri: le amaría.
Al parecer Bill no podía dejarle ir. En todos sus años podía decir con honestidad que jamás había hecho el amor con alguien…. Incluso con las chicas por las que realmente había sentido algo, nunca se había sentido tan cercano a ellas… Pero en el interior del cuerpo de Adri, sintió esa necesidad… tan grande y abrumadora que cuando el cuerpo de ella se estremeció ante el dolor, cuando sus uñas se hundieron en la espalda de Bill mientras peleaba por relajarse, Bill le abrazó acercándola más. Se quedó tan quieto besando el cuello y mejillas de ella, sus pulgares acariciando una y otra vez los omóplatos mientras Adri gimoteaba y suspiraba, cualquier cosa para consolarle y calmarle, la última cosa que quería en el mundo era herir a Adri.
Con el primer suave movimiento de las caderas de Bill, la cabeza de Adri cayó hacia atrás sobre la almohada, sus ojos cerrados. Después de tanto tiempo, después de tanta negligencia, su cuerpo se estremecía a causa del dolor… lo anhelaba, quería más. Los labios de Bill sellaron los suyos cuando gimió otra vez, su propio cuerpo se empujaba contra el otro. Era tan gentil que hacía que a Adri le doliese… quería que Bill le conociese; que supiese dónde tocar, cuándo quería que fuese más lento o más rápido.
Como si Bill pudiese sentirlo, sus manos se posaron sobre las caderas de Adri, sus hombros empujaron las piernas de Adri más hacia adelante, y como si lo hubiese hecho toda su vida, la verdadera primera envestida encontró algo en el interior del cuerpo más pequeño que provocó que la espalda de Adri se arqueara. El puño de Adri se aferró alrededor de la manta bajo de sí, su otra mano enredada en su pelo, tirando de éste con frustración mientras reprimía el gemido que quería salir. Los ojos de Bill seguían el movimiento del pecho de ella mientras respiraba pesadamente, su estómago hundiéndose y apretándose… observó los anillos sobre los dedos de Adri brillando bajo la tenue luz, oía el metálico tintineo de su gargantilla cada vez que los dos se movían. Su mirada se elevó a los partidos labios de Adri, observando su cabeza inclinándose hacia atrás, observando sus ojos revolotear abiertos y después cerrados con cada gemido… haciéndose más altos cuanto más rápido era tomada.
Dejando que las piernas de Adri caer, Bill se inclinó más cerca de ella… su mano acariciando el lado de la cara de Adri mientras se besaban lenta y profundamente. Adri gimió en él, mordisqueando y tironeando del labio inferior del otro con sus dientes justo cuando otra oleada le sobrevino. Su cuerpo había añorado el contacto y el afecto. Estiraba y arqueaba su espalda, gemidos escapando de sus labios sin advertencia… creciendo en intensidad cuanto mejor se sentían las envestidas.
Entornados ojos miraron hacia Bill rogantes, sus manos tomándose su tiempo al deslizarse por los duros músculos de los brazos de Bill… sintiéndolos flexionarse bajo la punta de sus dedos. Cuando se detuvieron y apoyaron en los hombros, Adri les dio un firme apretón.
-Siéntate-Bill le miró con preocupación, pero ella sonrió-Confía en mí.
Adri mordió su labio y gimió, sus manos temblando mientras se agarraba apretadamente a los hombros de Bill y se dejaba caer suavemente sobre él de nuevo. La oleada que le sobrecogió hizo que Adri jadease entre entrecortadas respiraciones mientras se inclinaba hacia delante, frotando su nariz contra el cuello de Bill mientras su cuerpo se relajaba y los cálidos y fuertes brazos lo rodeaban. Lamiendo sus labios, Adri se inclinó lo suficientemente cerca como para que sus estómagos se tocasen, usando sus piernas para mover el resto de su cuerpo arriba y abajo suavemente al principio.
Su mano tocó el cuello de Bill, arañando gentilmente con sus uñas mientras sus labios se presionaban suavemente contra los de él. Empezó a moverse más rápido, besándole con más fuerza… con más urgencia después de haber esperado por tanto tiempo por este momento. Las manos en su espalda se deslizaron hacia abajo a su cintura… aún más abajo para guiar sus caderas mientras el cuerpo de Bill intentaba empujar hacia arriba para encontrarle a medio camino.
Los sonidos que Adri hacía, los largos o repentinos gemidos, los quejidos, el sonido de la pesada respiración de Adri a la vez que la suya, todo era mejor de lo que su imaginación los había hecho soñar jamás. La sensación de su suave piel contra la suya, una ligera capa de sudor haciendo que sus cuerpos brillasen. Sus labios jamás se habían sentido tan suaves como en ese instante, sus ojos jamás habían parecido tan vivos como cuando encontraban los suyos antes de que la cabeza de Adri se inclinase hacia atrás y un gemido escapara de su garganta.
Dedos rudos apartaron un sudado mechón de pelo mientras Bill se inclinaba hacia delante, besando el cuello de Adri con suavidad… sobre su hombro y clavícula. Había esperado tanto tiempo…
-Bill…-Entornados ojos, oscurecidos a causa de la lujuria, encontraron los suyos por un instante mientras Adri se inclinaba para besarle de nuevo… sus labios entreabriéndose lo suficiente para que la lengua del otro jugase con la suya. Adri encontró el percing metálico y lo rodeó, provocando un gemido en ambos hasta que Bill se apartó en busca de aire- Bill…
-Di mi nombre completo.. Adri le miró seriamente por un momento, sus ojos sin apartarse de los de Bill mientras se movía un poco más rápido. De repente, aferró sus brazos alrededor de el, sus uñas enterrándose en la espalda del otro.
-Bill Kaulitz…-Eso es, Adri-suspiró Bill, frotando su nariz contra el pelo de ella y contra su cuello mientras esos dulces gemidos llenaban sus oídos.
-te amo… -gimió, sus uñas se arrastraron con fuerza contra la piel de Adri mientras su lengua salía para lamer sus labios.
En ese momento, la comprensión de todo lo que estaba pasando la golpeó: Bill en sus brazos, en su cuerpo, el aliento de Bill y sus labios contra su garganta, las uñas de Bill arañando su espalda, la cálida piel de Bill frotándose y calentándola contra la suya-dios…-gimió Adri, su cabeza tirada hacia atrás mientras apretaba la mandíbula e intentaba no gritar.
Se había imaginado esto durante tanto tiempo… lo había anhelado. Había deseado hacer realidad este deseo durante tanto… y ahora hacía que Adri lo sintiese, le hacía soñar una realidad. Bill se inclinó hacia delante y besó el pecho de ella, la mano alrededor de la cadera de Adri apretándose con más fuerza, su otra mano enredándose en el pelo de Adri y tirándolo con gentileza mientras su cuerpo era poseído y sus caderas empujaban con más ímpetu sobre el cuerpo más pequeño. Jamás había sentido unas oleadas tan fuertes, y en el momento en el que su cuerpo finalmente se dejó llevar, Adri estaba prácticamente gritando contra su hombro. Podía sentir los dientes ella mordiendo su piel, intentando permanecer en silencio, sus uñas arañando sobre las ya de por sí dolorosas heridas en su espalda, su cuerpo tensándose y oprimiéndose por completo.
El aire se sentía tan eléctrico mientras las mentes de ambos empezaban a acallarse y sus cuerpos comenzaban a relajarse… deshaciéndose de la posición y de lo que acababa de ocurrir. Adri no se había dado cuenta de lo mucho que estaba lastimando a Bill, o lo fuerte que él le había estado agarrando su cadera, o con cuanta fuerza su mano había estado tirando del pelo del otro. Cuando el momento empezó a desvanecerse lentamente, Adri volvió sus ojos hacia Bill como si los encontrase por primera vez. Sus dedos se deshicieron y sus pesadas y jadeantes respiraciones se ralentizaron mientras ambos seguían mirándose.
Los últimos instantes de cuando Adri alcanzó su orgasmo seguían repitiéndose una y otra vez en su mente, sacando un suspiro de los labios de Bill. Ese momento había sido tan intenso, tan increíble… su imaginación ni siquiera se había acercado. Apartó suavemente el cabello de Adri, capturando sus labios sólo una vez más; lento, suave, largo. No podía obtener lo suficiente de ella, no podía dejarle marchar.
Por primera vez en mucho tiempo, las ropas permanecieron descartadas en el suelo y los jadeantes y temblorosos cuerpos permanecieron acostados bajo las pesadas sabanas. Adri estaba recostada al lado de Bill, observándole… queriendo verle antes de caer dormida. Sus manos entrelazadas con las de Bill bajo las sabanas, su cabeza descansando justo al lado del hombro de Bill sobre la almohada. En ocasiones se inclinaba y le daba esos mismos besos gentiles y largos en el hombro de Bill… quizá como una forma de agradecerle. El alivio que le albergaba era tan agotador y pesado, pero tan bienvenido. No lo había sentido en un largo, largo tiempo…
-Esto volverá a pasar… verdad?- pregunto Adri su voz tenía un sonido raro quizás, pena quizás emoción, Bill no lo supo descifrar con claridad, su mano libre se posó sobre su pecho, acariciando suavemente el pelo de Adri, sus ojos estudiaron esa hermosa cara, el brillo en esos ojos. Adri no necesitaba una respuesta a su pregunta… estaba seguro de que ya la sabía.
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Lo bueno es que me dijiste que estaria inocente ¬¬ jejeje pero que calor... PLisss pongan aire acondicionado :D
ResponderEliminarjajaja esso que ely di mi nombre completo
ResponderEliminarjajaja Bill kaulitz........ jajaja
te pasass genial y sigo leyendo